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sábado, 9 de mayo de 2015

TRATAMIENTO ALTERNATIVO PARA LA #ANSIEDAD

Un estudio revela que la práctica musical ayuda además a los pequeños a centrar su atención y a controlar sus emociones

Según un estudio de la Escuela Médica de la Universidad de Vermont (EEUU), el entrenamiento musical ayuda a los pequeños a centrar su atención, controlar sus emociones y a disminuir su ansiedad. Los científicos concluyen que la práctica musical puede ayudar psicológicamente más a algunos niños que un tratamiento médico y que, por tanto, debería generalizarse desde la infancia.Los autores de la investigación, los psiquiatras James Hudziak y Eileen Crehan analizaron los escáneres cerebrales de un total de 232 niños de edades comprendidas entre los seis y los 18 años. 


A medida que los niños se hacen mayores, el espesor de su corteza cerebral –que es la capa más externa del cerebro- sufre algunos cambios. En análisis previos sobre este aspecto, Hudziak y su equipo habían descubierto que el engrosamiento o el adelgazamiento de la corteza en áreas específicas del cerebro podían indicar la aparición de ansiedad y depresión en los pequeños; de problemas de atención, de agresividad o de control de la conducta; incluso en niños sanos (sin diagnóstico de trastorno o de enfermedad mental). 
  
Con el presente estudio, Hudziak quería ver si, por el contrario, una actividad positiva, como la formación musical, podía influir en dichos indicadores corticales.



Resultados obtenidos 
  
Sus resultados revelaron que tocar un instrumento altera las áreas motoras del cerebro, porque esta actividad requiere del control y de la coordinación de movimientos. Pero no solo eso: se constató que la práctica musical influía en el grosor de una parte de la corteza relacionada con la función ejecutiva (que incluye la memoria de trabajo, el control de la atención y la capacidad de planficación); y también en el de áreas del cerebro que juegan un papel crucial en la capacidad de autocontrol y el procesamiento de emociones. 
  
Hudziak concluye a partir de estos resultados que tocar el violín o el piano puede ayudar psicológicamente más a un niño o niña que lo necesite que un tratamiento médico. “Nunca intentamos usar cosas positivas como tratamiento”, señala. Sin embargo, este estudio ha constatado “la importancia vital de encontrar vías nuevas e innovadoras para hacer que la preparación musical esté disponible por extenso para todos los jóvenes, empezando por la infancia”, afirma el investigador. 


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