Lo mismo habla con
ensoñación de temas eternos: el amor, la soledad, la vida, la muerte... que
arremete sin piedad contra la Iglesia o los políticos. Es un maestro de la
ironía exacta, de la pulla elegante.
-El amor como tema literario. ¿Cuánto más se puede escribir sobre
ello?-Yo creo que toda la vida. El amor es el riguroso protagonista
de la vida humana. Si le quitamos el protagonismo estamos equivocándonos. El ser
humano no es sólo el ser que sonríe, el ser que guisa, el ser que se peina. Es
sobre todo el ser que ama.
-Pero el ser humano aún no ha entendido de qué se trata el amor.
- No, porque lo siente de una manera confusa y cree que es amor
casi todo. Llamamos amor quizás a demasiadas cosas, pero por otra parte hay
muchas cosas a las que no llamamos amor y sí lo son. El libro último, El dueño
de la herida, es un poco la cara del amor que puede volverse oscura si no es
bien entendido. El amor es siempre un puente levadizo y está en manos nuestras
que el puente se levante y nos separe, o nos deje pasar hacia la otra
persona.
-¿Se le podría dar al mundo una medicina que lo curase?- Eso no
puede ser. Y si pudiera ser ya se habría hecho. Por otra parte, el mundo la
ignoraría. Porque ¿qué es lo primero que tiene que haber para que el amor surja?
La paz. El sueño del ser humano ha sido siempre la paz, desde que empezó la
primera guerra, desde Caín y Abel ya empezó la paz a tomar cuerpo y a ser una
necesidad. Pero ¿quién hace la paz? Pues nadie, porque existe siempre alguien
que declara la guerra. La paz es el primer paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario