La vida: un delirio, una alucinación, una gran fantasia?
Sabe doctora,... hubo un tiempo en que yo creía, como los niños, que las cosas nuestras dichas realmente nos pertenecían. Creía que ellas no se acababan, no partían, no desaparecían. Era como si un velo cubriese mi visión de la realidad. O será que fue esta la fantasía que engendré para lidiar mejor con la realidad que yo percibía? Interesante que siendo adulta, era así que yo pensaba. Creía que los hijos eran míos, porque nacieron de mi, porque los crié. No pensaba o no quería ni saber que ellos se casaban y se irían a vivir sus propias vidas, como todos hacían En aquella época aún no había leído a Saint Exupèry.
No creía que mis padres con los cuales estaba tan acostumbrada, que vivían hace tanto tiempo, un dia se irían , para nunca más verlos levantar sus brazos como tantas veces hicieron cuando los iba a visitar y luego regresaba a mi casa.
No creía que la juventud se nos escapaba entre los dedos trayendo cansancio, menor disposición y olvidos.
No creía en pérdidas, en faltas. Creía que yo daba cuenta de todo, que tenía el control, que criaria mis hijos mejor de lo que yo fui criada. Que mi madre era imperfecta, pero yo no, que yo sería mejor.
Tendría un empleo mejor, una vida mejor, un casamiento mejor.
Cuánta ilusión, fantasía, sueños!
En verdad, nada es verdaderamente nuestro, todo es pasajero. Mucho ya perdí y mucho tengo todavía por perder, hasta no sobrar mas nada, ni a mi misma. Las pérdidas hacen parte, ellas están presentes todo el tiempo.
No doctora... no estoy triste o depresiva, estoy siendo realista y viendo las cosas como ellas realmente son, y, talvez por primera vez, siendo capaz de hablar sobre esto. La verdad es que precisamos divagar un poco en la vida, sino es muy difícil vivir, la vida es muy dura, me dijo la paciente.
Y continuó..., pero creo que desperté de un sueño o de un delírio en el cual permaneci por años. Talvez una existencia.
Desperté para, finalmente, vivir el presente, sin FANTASMAS del pasado, sin expectativas para un futuro que se presenta más corto de lo que el pasado ya vivido, sin alienar mi vida y la de nadie, a no ser para disfrutar juntos de aquello que la vida puede ofrecernos ‘hoy’.
Precisaba hablar todo lo que estuve reflexionando en estos dias en casa, colocar en palabras, oírme. Tantas personas viven engañadas y sufriendo por pérdidas reales y también por imaginárias.
La dejé hablar sin interrupción , y cerré la sesión diciendo apenas: finalmente.
Según Lacan, hay un instante de ver, um momento de comprender y un tiempo de concluir.
Liria Littig
No creía que mis padres con los cuales estaba tan acostumbrada, que vivían hace tanto tiempo, un dia se irían , para nunca más verlos levantar sus brazos como tantas veces hicieron cuando los iba a visitar y luego regresaba a mi casa.
No creía que la juventud se nos escapaba entre los dedos trayendo cansancio, menor disposición y olvidos.
No creía en pérdidas, en faltas. Creía que yo daba cuenta de todo, que tenía el control, que criaria mis hijos mejor de lo que yo fui criada. Que mi madre era imperfecta, pero yo no, que yo sería mejor.
Tendría un empleo mejor, una vida mejor, un casamiento mejor.
Cuánta ilusión, fantasía, sueños!
En verdad, nada es verdaderamente nuestro, todo es pasajero. Mucho ya perdí y mucho tengo todavía por perder, hasta no sobrar mas nada, ni a mi misma. Las pérdidas hacen parte, ellas están presentes todo el tiempo.
No doctora... no estoy triste o depresiva, estoy siendo realista y viendo las cosas como ellas realmente son, y, talvez por primera vez, siendo capaz de hablar sobre esto. La verdad es que precisamos divagar un poco en la vida, sino es muy difícil vivir, la vida es muy dura, me dijo la paciente.
Y continuó..., pero creo que desperté de un sueño o de un delírio en el cual permaneci por años. Talvez una existencia.
Desperté para, finalmente, vivir el presente, sin FANTASMAS del pasado, sin expectativas para un futuro que se presenta más corto de lo que el pasado ya vivido, sin alienar mi vida y la de nadie, a no ser para disfrutar juntos de aquello que la vida puede ofrecernos ‘hoy’.
Precisaba hablar todo lo que estuve reflexionando en estos dias en casa, colocar en palabras, oírme. Tantas personas viven engañadas y sufriendo por pérdidas reales y también por imaginárias.
La dejé hablar sin interrupción , y cerré la sesión diciendo apenas: finalmente.
Según Lacan, hay un instante de ver, um momento de comprender y un tiempo de concluir.
Liria Littig

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