Cuando algo nos afecta mucho a nivel emocional necesitamos encontrar un mecanismo de protección para poder sobrevivir a la situación. Generalmente, creamos bloqueos emocionales para no sentir tanto dolor. El rato del impacto necesitamos protegernos. Luego, necesitamos un tiempo para procesar lo ocurrido hasta lograr una comprensión que nos permita seguir adelante sin guardar nada negativo en nuestro sistema.
¿Cómo puede uno darse cuenta que está bloqueado cuando ya se ha convertido en parte de la personalidad? Para empezar, necesitamos darnos cuenta de dónde salen nuestros sentimientos, ¿salen de la cabeza?, ¿salen del corazón?, ¿sentimos claramente lo que estamos diciendo?, ¿en qué parte del cuerpo sentimos lo que estamos diciendo?
Cuando decimos algo y no podemos sentirlo en alguna parte de nuestro cuerpo y/o nuestro interior es síntoma de un bloqueo. Si es algo que solo se siente en la cabeza, generalmente, también refleja un bloqueo de las emociones. Son señales de que no estamos conectados. Lo óptimo es que el pensamiento, el sentimiento y el cuerpo estén en sintonía con lo que manifestamos.
Los humanos reaccionamos por impulsos instintivos y condicionados. Los instintivos son, por ejemplo, la reacción de lucha o huída que ya están registrados en el ADN. Los condicionados son los aprendidos desde pequeños y se vuelven impulsos inconscientes. También existen las reacciones premeditadas que suelen surgir en personas que están desconectadas de sus emociones y expresan lo que se considera correcto pero no es natural para ellas. En principio la persona que reacciona así puede sentirse tranquila con esto, pero tarde o temprano la sensación de vacío se hace presente. Es como si nos estuviese faltando algo. Eso, en estos casos, nos lleva a buscar afuera aquello que nos hace falta. No nos damos cuenta de que lo tenemos adentro y solo ahí lo vamos a encontrar. Esto nos lleva a experimentar muchos tipos de relaciones que terminan en el vacío. Pensamos que es porque las otras personas no nos llenan. No nos damos cuenta de que el problema somos nosotros mismos y mientras no veamos hacia adentro no lograremos sanar ese vacío existencial.
Las #emociones son muy importantes. No se trata de vivir en la emocionalidad sino de entender que las emociones son indicadores, como alarmas o señales de lo que nos está sucediendo internamente. El bloqueo emocional, si bien nos protege en un momento dado, también nos impide saber cómo hemos sido impactados y no nos permite saber cómo estamos por dentro. Si no lo resolvemos eso se puede guardar como algo negativo que se reflejará en algún aspecto de nuestra vida.
Los resentimientos guardados, las heridas no sanadas, las cosas que nunca se dijeron, todo lo que queda guardado con alguna carga emocional nos hace daño. Ese daño se puede traducir en problemas de salud, en dificultad para relacionarse, en frustración, falta de autoestima e incapacidad para realizarse. Estos bloqueos son como rocas pesadas que cargamos y nos impiden caminar libremente, nos impiden avanzar en el camino.
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