Estar hospitalizado genera cierto nivel de estrés ya sea por estar en un ambiente extraño, por estar lejos de los seres queridos, la incertidumbre de la enfermedad y su tratamiento, el cambio de los hábitos personales y la pérdida de intimidad, entre otras tantas cosas.
Pero el estrés no es el único acompañante de quienes ingresan a las salas de hospitalizaciones. También están la ansiedad, la vulnerabilidad y el miedo junto a la cama del paciente. Con tantos acompañantes junto al paciente hospitalario es imperioso desarrollar estrategias que ayuden a hacer esa permanencia lo más sanadora posible, es decir más allá de la prescripción de medicamentos e intervenciones de cualquier tipo.
En este vídeo podeis ver el bonito el gesto de estas enfermeras que bailaron para que una paciente de cáncer que estaba muy nerviosa antes de ser operada se relajara.
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