Sin embargo, si le contases el problema a un amigo, ¿qué te diría? De seguro no te llenaría de reproches ni te diría palabras tan hirientes como las que tú te has dicho. Probablemente te daría ánimo y te ayudaría a levantar la moral.
Entonces… ¿por qué no te conviertes en tu mejor amigo? ¿Por qué no eres amable contigo mismo?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgekG7OcPv5VLiA_sQjzEmgnjle-c1XeALChv25Bdl2pTQMnU041Dv2r7F2BLPueZh9A55CXhSf3UZn6w9Co_bvRkz2YGZ3EXa-dIc8CBFnRHgaxo0OXl_bXHgesKk7zqie0581iIp4A/s320/amabilidad.jpg)
Como es más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo porque probablemente te habrás pasado toda una vida reprochándote comportamientos y decisiones, he aquí algunas estrategias que te ayudarán a desarrollar esta nueva forma de relacionarte contigo mismo:
1. Préstale atención a tu diálogo interno. A menudo nos decimos cosas de forma automática, es como cuando nos damos un golpe y soltamos una maldición. Estas frases simplemente las hemos aprendido a lo largo del tiempo y se han convertido en respuestas instintivas ante un error. Por eso, el primer paso para comenzar a ser amables consigo mismo, es darse cuenta de las cosas que nos decimos.
2. Reprograma tu diálogo. Una vez que seas consciente de todas las cosas que te dices todos los días, simplemente, cambia el tono que utilizas contigo mismo y apuesta por frases positivas. Encarna el papel de un amigo.
3. Siente tus emociones. Puede parecer una tontería pero nuestra sociedad nos ha entrenado para que obviemos la mayor parte de lo que sentimos. Algunas personas no se permiten llorar porque es de cobardes o de débiles y otras se avergüenzan de sentir rabia o ira. En realidad, experimentar las emociones con total libertad es importante porque tiene un enorme poder catártico. De hecho, por eso después de llorar, nos sentimos relajados, como si nos hubiésemos liberado de un peso.
4. Disminuye tus expectativas. Tener sueños, ideales, objetivos y metas es positivo porque nos hace mejorar como personas, nos permite marcarnos un camino a seguir y aumenta nuestra fuerza de voluntad. Sin embargo, en ocasiones es conveniente disminuir nuestras expectativas, de esta forma seremos más tolerantes con los errores y más benevolentes con nosotros mismos.
5. Busca soluciones. Todo ese diálogo interno cargado de reproches en realidad no sirve para nada porque, además de denigrarte como persona, crea un estado mental negativo. Por eso, en vez de criticarte a mansalva, busca soluciones. Concéntrate en el error, busca su causa e intenta repararlo o, por lo menos, tomar las precauciones necesarias para no volver a cometerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario