Marina Abramović nació en una familia de guerrilleros yugoslavos, su padre era un comandante que fue aclamado como héroe nacional mientras su madre fue comandante en la armada y posteriormente Directora del Museo de la Revolución y Arte en Belgrado. Marina recibió una educación estricta y una cultura represiva del gobierno de posguerra, estudió hasta un posgrado en la Academia de Bellas Artes de Novi Sad, cuando ya preparaba su primer performance para 1976 dejó Yugoslavia y llegó a Amsterdam, donde su carrera se vió impulsada por el colectivo con Ulay. Abramović hoy en día es una de las artistas de performance más activas de su generación.
Esta artista serbia que se dedica al performance el cual explora la relación entre artista-audiencia, los límites del cuerpo y las posibilidades de la mente, así como mantener la atención en el aquí y el ahora, literalamente. Marina comenzó su carrera hace ya más de 30 años por lo que se llama a sí misma como la “Abuela del arte del performance”.
El trabajo de Abramović se distingue por ser irreverente y en algunos casos peligroso, de acuerdo a ella nada sensacionalista, pues con éste solo trata de llevar a cabo experimentos con los cuales intenta identificar y definir los límites y el control sobre su cuerpo, por ejemplo, a lo largo de sus más de tres décadas de trabajo, se ha flagelado, congelado y controlado sus músculos con drogas las cuales la han llevado a la inconsciencia, por si fuera poco ha estado a punto de morir asfixiada bajo una cortina de oxígeno y llamas, algunas ocasiones éstos performance han tenido que ser interrumpidos por el público, el cual llega al límite y no puede resistir el atestiguar el dolor y sufrimiento de la artista durante el mismo.
Ritmo0.: es uno de los trabajos mas conocidos de la artista. Este experimento consistía en no moverse durante seis horas, colocó en una mesa cerca 72 objetos que se podían usar de manera destructiva o placentera, desde flores, plumas, hasta cuchillos y una pistola cargada. Entonces le dijo a los espectadores que podían usar los objetos como ellos quisieran.
Al principio, los espectadores fueron pacíficos y tímidos, pero escalaron a la violencia rápidamente. En sus palabras: "La experiencia que aprendí fue que... si se deja la decisión al público, te pueden matar... Me sentí realmente violada: me cortaron la ropa, me pegaron rosas al estomago, una persona me apunto con el arma en la cabeza y otra se la quito. Se creó una atmósfera agresiva. Después de exactamente 6 horas, como estaba planeado, me puse de pie y empecé a caminar hacia el público. Todo el mundo salió corriendo, escapando de una confrontación real."
Esta obra revela algo terrible de la humanidad, demostró con que facilidad la gente puede dañarse entre sí, bajo circunstancias inusuales.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRQeBwN0T0zhgkg8EpWGxxTm_n5gJgw_IVS_V6XSBEl21wZ4C0OkjkDIxHTN_ITNUn3fgTHMTFJ4RMrcbTKTm7eVHawdNv4lkXdkSS-MVsgTEKIvIhrAKBB-2mD9kRqThaSJIyr6AkG_s/s640/Screen+Shot+2013-05-05+at+4.37.12+PM.png)
Esta performance muestra lo fácil que es deshumanizar a una persona que no se defiende, y es particularmente fuerte porque desafía directamente lo que pensamos sobre nosotros mismos. Estoy seguro que nadie leyendo esto cree que la gente que lo rodea es capaz de hacer tales cosas a otro ser humano, pero este experimento, demostró lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario