¿Es posible superar el dolor, el rencor, enojo y odio? La respuesta es contundente: Sí. De esta forma lo explica Margarita Terragona, académica de la Universidad Iberoamericana y agrega que es posible lograrlo, que si bien es cierto, depende de la situación y de la persona ya que habrá circunstancias que por su naturaleza sean más delicadas de tratar, en general hay que partir de la idea que es posible curar las heridas ocasionadas por experiencias dolorosas.
Verbaliza y nombra
La experta explica que la utilidad de escribir situaciones traumáticas tiene un impacto muy favorable en la persona que lo hace y puntualiza que si es de manera diaria, durante un lapso de 10 días, logrará verbalizar pensamientos profundos y plasmar aquello que sintió en el momento del evento, cómo vive y todas las emociones y reflexiones que derivaron del suceso que describe.
Cada persona decide si quiere que alguien más lea lo que ha escrito, ya que el ejercicio es para sí mismo. La carta que va dirigida a una persona tiene una naturaleza distinta, el tratamiento es diferente que cuando se escriben ideas y pensamientos para la propia reflexión e interiorización de un evento, que si un texto está dirigido a otra persona o bien, fue hecho con la intención de que sea leído.
Literaterapia

En lo que se refiere al proceso de la escritura como método terapéutico, el autor expone que: "El primer paso hacia el reencuentro con uno mismo, con esa parte de nosotros que alguna vez estuvo cerca, hablándonos, y que poco a poco dejamos de escuchar, es el reconocimiento de lo que ha sido nuestra vida con sus aciertos y sus errores. Sólo mediante un examen modesto y comprensivo de lo que fue el pasado, podemos llegar a entender lo que ocurre en el presente y, en alguna medida, atisbar en la dirección del futuro inmediato".
Paulo De Lánz, comenta que es importante preguntarse cuáles son los temas que han sido causa de preocupación de forma constante a lo largo de la vida, y subraya que son aquellos que se han reflexionado, buscado las respuestas en libros, en conversaciones, en las experiencias acumuladas y que se desea encontrarles cauce y solución.

"Escribe, de la manera más sencilla y fluida que puedas y sin preocuparte por si está bien o mal escrito, todas las ideas que te vengan a la mente... Puedes organizar tus notas en versos, como en un poema, o ponerlas a renglón seguido. No te preocupes por eso ahora. Sólo trata de dar nombres a tus emociones", finaliza el autor.
Colaboración de Fundación Teletón México."El principio de ser paciente es empezar con uno mismo". Bojorge@teleton.org.mx
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