Lo más singular de la infancia, es que por muy
pequeños que seamos, no hace falta comprender una situación para sentir su
impacto, para padecer el dolor, el desconcierto o el miedo. La edad no nos
exime del sufrimiento
Sufrir malos tratos,
crecer sin la presencia de nuestro padre o nuestra madre, perder a alguien,
vivir en un hogar desestructurado... son realidades que hieren nuestra
infancia, instalándose a veces en nuestro interior a modo de traumas hasta el
punto de vestirnos con la armadura de la desconfianza, impidiendo que podamos abrirnos
a otras personas para formar relaciones duraderas, tiñendo nuestra felicidad
con el eco de aquellos días de niñez donde no pudimos establecer unos vínculos
de sincero cariño y seguridad personal.
Un pasado
difícil no debe condicionarnos para alcanzar un presente pleno, la felicidad no
exige penitencia y todos podemos y debemos saber gestionar nuestra vida para
vivirla de modo óptimo y con madurez, de ahí el
término resilencia,
que no es otra cosa que esa importante virtud de la que disponemos las personas
para seguir proyectándonos en el futuro a pesar de las condiciones
desestabilizadoras, de las dificultades y los traumas
Pero
¿cómo hacerlo? ¿Cómo afrontar todo lo sucedido? ¿Cómo dejar a un lado todas
esas cicatrices de nuestra niñez que sólo nosotros vemos?
- DESARROLLAR UN CONCEPTO DE TI MISMO SANO.
No te sientas responsable de lo ocurrido en el pasado, busca en la medida que puedas el perdón y la aceptación de lo sucedido.
Siempre es complicado, pero es un proceso que nos ayudará a soltar “lastre”; no
se trata en absoluto de justificar, sino de aceptar. Debemos vernos como
seres capaces de avanzar en nuestra vida, de creernos fuertes y con las
habilidades suficientes como para afrontar el día a día. Merecemos ser felices,
la fragilidad de nuestra niñez es un motivante para alcanzar la fortaleza en la
madurez.
- ESTRATEGIAS DE
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS.
Nuestra cotidianidad nos va a traer, sin duda, situaciones en las que siempre
van a emerger los recuerdos, donde la inseguridad nos haga creer que no somos
capaces de afrontar algo, de allí la necesidad de aprender técnicas de solución
de problemas, saber anteponer prioridades, establecer metas, aprender
habilidades de comunicación, ...
- CONSTRUYE TU AUTOESTIMA.
Aprende a valorarte, a tener en cuenta tus potencialidades y habilidades. Eres
capaz de muchas más cosas de las que seguramente crees, y lo último que debes
hacer es compararte con otros, o decirte a ti mismo que no eres capaz.
Fuiste vulnerable en un pasado, pero de la fragilidad pueden aprenderse muchas cosas, sabes cuáles son tus límites y debes armarte con la coraza de la fortaleza para hacer frente a la vida.
Fuiste vulnerable en un pasado, pero de la fragilidad pueden aprenderse muchas cosas, sabes cuáles son tus límites y debes armarte con la coraza de la fortaleza para hacer frente a la vida.
Porque recuerda, una infancia infeliz no determina una vida. De ti depende,
todos merecemos ser felices
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