Jaime Masjuan, coordinador de la Unidad de Ictus del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y coordinador del Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN). Toda una eminencia en este ámbito, el doctor Masjuan nos condujo por los entresijos del cerebro para explicar las causas del ictus y poder reconocer sus síntomas:
“No usemos definiciones genéricas que impidan identificar a los servicios de emergencias la gravedad del problema para activar así el código ictus”, pidió Masjuan. Y es que sólo tenemos un margen de 4,5 horas para tomar la delantera al ictus, teniendo en cuenta la aplicación del tratamiento, que dura en torno a 90 minutos. “Si actuamos dentro de estos parámetros, las posibilidades de supervivencia son elevadas”, afirmó el doctor.
Masjuan aprovechó la oportunidad para aconsejar que no acudamos por nuestra cuenta al hospital si detectamos un ictus. “No todos los hospitales valen. Tienen que tener unidades de ictus”. Y aquí es cuando se evidencia la falta de responsabilidad pública: en España sólo hay 42 unidades de ictus, a pesar de que sólo se necesita tener un neurólogo y una enfermera de guardia. Hay una gran desigualdad entre comunidades (Madrid tiene 6, Andalucía 2, por ejemplo) y las perspectivas son, aún más lamentables porque no hay recursos económicos para paliar esta situación. Aún así, la valoración del doctor es optimista: “Empezamos en el 2002 con 5 unidades. Hoy tenemos 42″.
Roberto Martín Reyes, cardiólogo de la Fundación Jiménez Díaz, insistió en el control estricto de la presión arterial, señalando el tabaco como otro de los principales enemigos para el corazón. “Si dejamos de fumar, en 3-5 años reduciríamos al mismo nivel de los no fumadores las posibilidades de sufrir un ictus por fibrilación auricular”.
La fibrilación, asociado con arritmias, provoca latidos de forma descompasada y caótica. Es uno de los principales riesgos asociados y suele provocar los ictus más graves, mortales y con más discapacidad. Un enemigo silencioso que no se conoce y que se podría prevenir. De hecho, según Martín Reyes, “2 de cada 3 casos de ictus por fibrilación podrían prevenirse con tratamiento anticoagulante”.
Juan Piñeiro, presidente de la Asociación Madrileña de Ictus (ICAM), ha cerrado la conferencia recordando a los asistentes que la rehabilitación no es de un día. “Es necesaria la implicación y la responsabilidad del paciente para obtener cierta mejoría”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario