Antes de jubilarse, Jerónimo Forteza, catedrático de Anatomía Patológica de la Universidade de Santiago, fue allanando los cerros de la burocracia para crear un laboratorio de células madre, cáncer y envejecimiento en Galicia. La inexistencia en Galicia líneas de investigación sobre el tema le concedió el espaldarazo definitivo. Las constantes colaboraciones con el biólogo molecular Manuel Collado (Madrid, 1969) consiguieron urdir ideas en torno a lo que llaman la “fuente de la juventud
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| Manuel Collado | 
Las terapias que se centran solo en atacar las células cancerígenas no consiguen extirpar la enfermedad, solo apaciguarla. 
Con el tiempo se encaran de nuevo con la vida. “Ahora sabemos que eso tiene que ver con el hecho de que los tumores se alimentan a partir de células madre”.  
Manuel Collado explica que cualquier célula somática, es decir, aquellas que nacen de las células madre y acaban por convertirse en piel, ojos o labios, se puede rebobinar en el tiempo hasta convertirse en una célula embrionaria.Esto recibe el nombre de reprogramación celular. Y al añadir ciertos factores a una célula madre de ratón, se puede reconstruir el animal en su totalidad. 
Lo mismo con tejidos dañados en humanos. En otras palabras, mudar su estado hasta reconstruir, por ejemplo, la retina de un ojo. La creación no solo tendría efecto en trasplantes, sino que se podría utilizar para testar nuevos fármacos.
Las investigaciones en las que ha tomado parte Collado, revelaron deficiencias en este proceso. “Si tuviésemos células que pudiesen ir hacia atrás constantemente sería un caos”. Hay genes que se encargan de detener el retroceso. Los mismos que ponen diques a los tumores.
La erosión de este tipo de células es la que evidencia el avance de la edad. La cuestión sería incidir en este flanco para mitigar el envejecimiento, puesto que la vejez es responsable de la mayoría de las patologías. Entonces, encontrar estrategias para dilatar la senectud sería un logro, no un milagro.

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