Nuestro cerebro archiva la información en distintos puntos y los ensambla como si fuera un collage (de un punto recupero el sonido de la lluvia que caía, de allá el color de los pendientes que llevabas, de otro el sabor del helado que estábamos tomando...). Un vertiginoso ballet bioquimico en el que se ponen en danza mas de 100 proteínas.
El principal problema de la memoria no es tanto su almacenaje, sino la extracción de las distintas piezas del puzle para colocarlas luego en su sitio y darles una coherencia narrativa. La recuperación de de las informaciones registradas en nuestras circunvoluciones cerebrales, podría describirse como un proceso dinámico, que se enriquece o se empobrece con las experiencias del presente. Se dá preferencia a la rapidez y a la anticipación de los acontecimientos, valores de pura supervivencia.
La contrapartida es la pérdida de precisión en los detalles. Cada vez que rememoramos, le añadimos o restamos nuevos elementos, especialmente cuando se lo contamos a alguien. No hay dos evocaciones idénticas sobre la misma vivencia.
Al igual que cualquier órgano, el cerebro está sometido al proceso de envejecimiento. Entonces se producen cambios, como una reducción en la veelocidad de procesamiento y la capacidad de aprendizaje o de retención. El hipocampo, centro de operaciones de la fabricación de recuerdos, encoge considerablemente a partir de los 60 años, la corteza prefrontal responsable de la capacidad de prestar atención se deteriora, la glucosa no se asimila bien.... Sin embargo no vivimos las pequeñas amnesias de la edad madura con la misma serenidad que asumimos el dolor de huesos o la vista cansada, porque irremisiblemente nos invade el temor a ser víctimas de enfermedades como el Alzheimer.
La rutina es el peor enemigo de la agilidad mental. Al llegar a cierta edad, los expertos recomiendan efectuar actividades completamente nuevas, ya que involucran al cerebro en su conjunto. Quien se aficiona a rellenar muchos sudokus y crucigramas serán buenos haciendo sudokus y crucigramas. Ocupar la mente en tareas repetitivas no es la mejor estrategia para tonificar y, sobretodo, preservar nuestras dotes retentivas. Una técnica eficaz para romperla consiste en acometer las tareas cotidianas de otro modo. Por ejemplo, las células nerviosas se esfuerzan cuando te lavas los dientes con la mano contraria a la que sueles coger el cepillo, te vistes con los ojos cerrados o cocinas recetas exóticas.
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| EL CEREBRO ES COMO UN MÚSCULO: SI NO SE EJERCITA, SE PIERDE (Ramón y Cajal) |
(Muy interesante-Dic/10)

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