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viernes, 23 de marzo de 2012

ACTIVIDADES CON MANDALAS


El trabajo con mandalas se está utilizando en ámbitos diferentes. Marie Pre (pedagoga francesa), basándose en la neuropedagogía, ha expandido el uso del dibujo centrado en el mandala para que los escolares no estén tan dispersos en las clases. También en las residencias para adultos se está utilizando para que éstos se relajen y potencien sus capacidades y habilidades.
Comenzar con éste tipo de prácticas está bien sobretodo si hace tiempo que no se pinta o se duda de tener habilidades en artes plásticas. El coloreado tiene además otro beneficio y es que relaja más que el crear un diseño propio. De todas formas siempre ponemos algo personal al elegir una imagen u otra.


Podemos dejarnos guiar por la intuición tanto en la elección del modelo como en los colores a usar y también podemos probar con diferentes técnicas (lápices colores, acuareables, pastel....). Todo esto nos permite experimentar y perder el miedo.


Una vez concluido se mira la obra tomando la postura de un observador lo más objetivo posible, si se ha hecho la actividad en grupo siempre habrá opiniones de los demás que nos sean útiles. Se busca una sensación global al mirar el dibujo y se puede hacer un intento de autodiagnóstico, mirando qué gamas de colores hemos utilizado, bien en la gama de los fríos (azules, violetas, verdes) o en la gama de los cálidos (carmines, rojos, anaranjados).
Es igualmente importante la forma de combinarlos, contrastados, jugando con matices dentro de un mismo color,o si el resultado es más luminoso u oscuro. En todo esto lo importante es la sensación que tenemos, no se trata de ser demasiado críticos, no estamos tratando de hacer una obra de arte sino algo que nos ayude a contactar con el momento actual.

Hay otra forma interesante de escoger las plantillas y hasta los colores, convertir esta práctica en algo con una intención terapéutica. Sabemos que el mandala concentra y tranquiliza, que ayuda a conectar ambos hemisferios, ya que como tiene un orden interno satisface al hemisferio izquierdo y como tiene una parte artística gusta al derecho. Todo ésto convierte al trabajo con mandalas en una terapia artística. Si añadimos una intención personal y buscamos aquellos diseños y colores que nos puedan ayuda en la situación en la que cada uno se encuentra puede ser todavía más acertado. Podemos elegir diseños geométricos y colores fríos cuando necesitamos estructura interna,  porque las emociones nos desbordan o estamos pasando por un periodo de reorientación, y son apropiados en la etapa de la adolescencia. Los colores cálidos y  diseños más libres y fantasiosos son indicados en momentos más depresivos o también podrían ser indicados para personas mayores. Igualmente a los niños les interesaran mandalas basados en cuentos, con ilustraciones divertidas, que igualmente les ayudan en la concentración.

Para concluir y en relación al coloreado de mandalas y adultos mayores, cuando hay limitaciones añadidas al hecho natural de envejecimiento, como la falta de visión, artrosis, Parkinson, son apropiados modelos de líneas claras y zona amplias. Se puede probar con lápices de colores y si la persona ha perdido precisión y habilidad, intentarlo con barritas de ceras o pastel, éste último no requiere tanta precisión en el trazo y se puede trabajar con los dedos.Hasta adultos mayores con demencia senil o Alzheimer conservan en estados bastante avanzados de estas enfermedades la capacidad de colorear un mandala.

El mismo modelo, diferentes pintores  



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